Sinopsis
Cuando
Tate Collins conoce al piloto de aerolínea, Miles Archer, sabe que no
es amor a primera vista. Ni siquiera iría tan lejos como para
considerarse amigos. Lo único que Tate y Miles tienen en común es una
atracción mutua innegable. Una vez que sus deseos están a la intemperie,
se dan cuenta que tienen el perfecto arreglo. Él no quiere amor, y ella
no tiene tiempo para eso, de modo que sólo queda el sexo. Su acuerdo
podría ir sorprendentemente sin problemas, siempre y cuando Tate pueda
apegarse a las únicas dos reglas que Miles tiene para ella.
Nunca preguntar sobre el pasado.
No esperes un futuro.
Ellos piensan que pueden manejar la situación, pero se dan cuenta casi de inmediato que no pueden con todo.
Los corazones se involucran.
Las promesas se rompen.
Las reglas se quebrantan. El amor se pone feo.
Tate
es una chica que está estudiando su maestría de enfermería, para lo
cual debe irse a vivir a San Francisco, junto con su hermano.
Cuando
llega al apartamento de él, tiene que atender al borracho que está
obstruyendo la puerta. Luego tienen miradas raras, porque el borracho
resultó siendo amigo de su hermano, piensa que estuvieron juntos. Su
hermano es muy sobreprotector por lo que le ahuyentaba todos los chicos
que querían tener algo con ella.
Llegó
acción de gracias y todo comenzó con un beso. Él amigo de su hermano le
propuso un trato. Ella aceptó pero no pudo ser capaz de cumplirlo.
Miles,
es un piloto, que no quiere alejarse de su pasado misterioso. Se
arrepiente de lo que le hizo a Rachel, siente que lo odia.
De
manera extraña, conoce una chica, pero él la quiere solo para una cosa.
No sentimientos entre ellos. La besa y así todo comienza. Aunque en el
pasado, también comenzó así su gran dolor. Han transcurrido años y Miles
no puede olvidarlo. Ella se muda a otro lugar y sabe que la necesita,
pero es muy testaduro para decirle.
Hace
un viaje hacia el perdón y olvido, reflexiona y va en busca de ella. No
sin antes de recibir puños por ello. Ella sabe de él, Rachel y otra
persona. Sólo le promete que todo será despacio.
Nunca antes pensó que sería Sam, Clayton y Clarie serían unos buenos nombres.
Y tuvieron un pasado “pisado” y futuro por pisar.
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